Sé amable con los demás decían |
Había despertado con todas las ganas de ser un hombre bondadoso. Quería de verdad hacerle bien al planeta y no dejar pasar ninguna oportunidad para generar energía positiva en este mundo. En serio, de verdad quería decirle que sí a TODO.
Esperando bajo el errático clima de la ciudad a que abriera el banco, la fila parecía que no avanzaba nada. Entre medio de gente tosiendo, lanzando escupes al suelo, conversaciones de celular y señores hablando, había una señorita frente a mi qué destacaba por sobre el resto.
Era hermosa; pelo relativamente corto, unos lentes de esos marcos hipster prominente traste, su cadera piola y, al parecer, buena delantera. "Igual podría preguntarle algo estúpido pa' sacarle el wasap", pensaba mientras la fila se hacía mas corta.
Justo iba a hablarle cuando algo se le cae al suelo desde su cartera. "Ayuda a todos", la consigna del día resonó en mi mente como quién orina desde un segundo piso hacia la calle.
- ¿Disculpe? Señorita... Se le cayó algo –el objeto en cuestión era cuadrado, ligero y de aspecto celeste. Mi cerebro empezó a unir las letras que aparecían mientras mi mano se acercaba a recogerlo. "Lifestyles", decía en el envoltorio.
Mordiendo mi lengua por la risa, se lo iba a devolver cuando el "Ayuda a todos" no se convirtió en mas que una vil y burda idiotez.
- ¡¿Qué?! –contestó indignada la mujer.– ¿Eso? No es mío –la señorita frunció el ceño a tal punto, que ni sus grandes lentes le pudieron cubrir su extrañeza ante la verdad. Los condones eran de ella, eso era obvio.
Esperando bajo el errático clima de la ciudad a que abriera el banco, la fila parecía que no avanzaba nada. Entre medio de gente tosiendo, lanzando escupes al suelo, conversaciones de celular y señores hablando, había una señorita frente a mi qué destacaba por sobre el resto.
Era hermosa; pelo relativamente corto, unos lentes de esos marcos hipster prominente traste, su cadera piola y, al parecer, buena delantera. "Igual podría preguntarle algo estúpido pa' sacarle el wasap", pensaba mientras la fila se hacía mas corta.
Justo iba a hablarle cuando algo se le cae al suelo desde su cartera. "Ayuda a todos", la consigna del día resonó en mi mente como quién orina desde un segundo piso hacia la calle.
- ¿Disculpe? Señorita... Se le cayó algo –el objeto en cuestión era cuadrado, ligero y de aspecto celeste. Mi cerebro empezó a unir las letras que aparecían mientras mi mano se acercaba a recogerlo. "Lifestyles", decía en el envoltorio.
Mordiendo mi lengua por la risa, se lo iba a devolver cuando el "Ayuda a todos" no se convirtió en mas que una vil y burda idiotez.
- ¡¿Qué?! –contestó indignada la mujer.– ¿Eso? No es mío –la señorita frunció el ceño a tal punto, que ni sus grandes lentes le pudieron cubrir su extrañeza ante la verdad. Los condones eran de ella, eso era obvio.
- Pero si vi que se le acaba de caer de su... –las miradas y murmullos de las personas en el banco aumentaron, hasta que reflexioné que quizás no tenia interés en reconocer que eran de ella.
Me guardé el condón en mi bolsillo mientras la fila se hacía mas corta y la mujer seguía su camino hacia otra caja.
Hoy ya es de noche. Ya gasté el condón. ¡Gracias por dejarme el visto, maldita siempre preparada!
Me guardé el condón en mi bolsillo mientras la fila se hacía mas corta y la mujer seguía su camino hacia otra caja.
Hoy ya es de noche. Ya gasté el condón. ¡Gracias por dejarme el visto, maldita siempre preparada!