viernes, 22 de enero de 2016

@Micro 73, "Sombras"

La verdad es que aún me cuesta asimilar lo que pasó. Estábamos de lo mas bien conversando, fumando un cigarro, cuando de pronto me percato de ello. Nuestras sombras estaban siendo proyectadas en el suelo, gracias al poste de luz que estaba fuera del pasaje.

- Cacha, nos vemos re cabezones– le dije a mi amiga Andrea, quién entre risas corroboró lo que veía.
- Oooh, si, hüeón. ¡Se me ve el medio cráneo!– a pesar de que las leyes de la física, gravedad, no lo sé, la realidad misma impedía que esta idiotez ocurriese, ocurrió de todas formas. Las sombras no estaban siguiendo nuestros movimientos, al contrario, parecía que estuviesen conversando.
Mientras mi amiga aún se reía, quedé congelado al ver como ambas sombras comenzaban a jugar cachipún y a la matita...¡A la matita po', hüeón! ¡Qué chucha!
- Y mira– decía la Andrea riéndose sin control–la cabeza de mi sombra...se parece...a la de mi perro, hüeón– desconozco si mi amiga estaba mirando o no, pero su sombra encendió unos rojos ojos flameantes, como si hubiese escuchado lo que dijo.  Se despegó del suelo para abalanzarse contra ella, mientras mi sombra estaba allí, aun fumando su cigarro de sombra.
- ¡Sueltala, conchatumadre!– me mandó al fondo del patio de un manotaso, sin soltar a la Andrea. Por suerte, las miles de latas de cerveza desparramadas amortiguaron mi caída, mientras observaba como mi amiga aún reía a pesar de que el puto espectro seguía ahorcándola.

Mi sombra dio un brinco, observando la situación, ¡se había despegado del suelo también! Creo que me estaba mirando, pero supuse que eso hizo luego de hacer una despedida con la mano. Abrazó a la sombra de la Andrea por detrás, fundiéndose en un solo ser. Mi amiga ya estaba inconsciente, por lo que desde este momento no vio nada.
La sombra era enorme, de unos 2 metros y medio, quizá mas. Yo seguía sentado encima de las latas, mientras que la sombra observaba sus manos y apretaba los puños, como testeando su nueva forma. El extraño ser comenzó a levitar muy despacio, elevándose cada vez mas del suelo, mirando directo hacia la luna.
Media hora después, un inusitado eclipse sorprendió a todos. Fue trending topic en Twitter, apareció en las noticias, estados de Facebook. Andrea seguía inconsciente, mientras que yo permanecía recostado sobre las latas, mirando el espectáculo. No se porque creo que lo que fumábamos no era un cigarro.