miércoles, 17 de junio de 2015

@Micro 21, "Flato en el corazón"

Su familia le dijo que se midiera. Sus amigos le comentaron que debia estar tranquilo. Su hermano le rogó que se calmara. Aun así, hizo caso omiso de las advertencias y salió de todas formas. La noche era muy helada, casi tanto como en el antiguo país en donde residía y trabajaba, pero era el momento de hacer uso de su día libre.
Invitó a su esposa, la cuál no sabia la razón exacta de la salida pero que de todas formas accedió a acompañarlo. Ella estaba despampanante, como siempre. Él, por otro lado, le abrió la puerta en pijamas, el cuál aún expelía ese aroma a paredes anales derretidas.
Sin sacarse las pantuflas, comenzó a manejar a altas horas de la noche. Se había lavado los dientes y se fumó un cigarro, pero sabía que la botella de mezcal que se tomó, junto con una línea de la mas exclusiva cocaína antes de despertar a su esposa, era una gran error.
Su esposa aborrecía sus gases, por lo que cuando ella lo acompañara, estaba totalmente prohibido que expulsara cualquier gas. Ebrio y drogado, entendía ello, por lo que se aguantó. Su gas se acomodó en su estómago, subió a su esófago y también bajó hasta su ano pero no encontraba escapatoria. Tomó un torrente sanguíneo, el cuál pasó por el corazón y allí se alojó. Este, desesperado y latiendo muy rápido, comenzó a abrir una boca llena de dientes, que terminó por eruptar.
Arturo, apretándose su pecho, no pudo controlar el automóvil. Sumado a su condición actual, el gas lo atacó con una profunda punzada, colisionando dramáticamente con otro vehículo.
Arturo está arrepentido de sus acciones, al parecer.