El hombre pudo
El perro se alejó, pero su mirada permanecía fija, intacta
Ante él se esbozaba una enorme figura que se burlaba de su alma
El perro se enfurecía a ratos
pero no era una razón para negarse a su enojo
Con esfuerzo, logró sobreponerse a la adversidad
Y dislumbró, sin ninguna duda, el hecho de que el perro era viejo, antiguo, oxidado
Sus vacios tanques de reserva le impidieron ser parte de un adecuado proceso
Sus mechas sucias y polvorosas
Sus pasos lentos y tranquilos
Sin nada que acotar, decidió hacerlo
Cuando ocurrió el momento, la marea negra azotó la costa
Y su helada temperatura se convertía en una sola
El perro no se esfumaba, se mimetizaba
El tiempo era uno solo en aquel entonces y se fundieron
No lo negó, no lo evitó... lo afrontó con valor
El hombre pudo.