Ya era pasada la medianoche cuando José atinó a observar su reloj. Su estado era deplorable pero era nada comparado con sus amigas, las cuales corrían y gritaban por la carretera sin parar. José solo las observaba, y a pesar de los sentimientos de deseo que tenia para ambas, simplemente atinó a caminar en la misma dirección, esperando de alguna forma llegar a su hogar.
Al pasar por el trayecto que los llevaría a la casa, vio como las dos amigas se enfrascaban en discusión con una estatua. Esta estatua correspondía a un cráneo gigante de alguien famoso, que al parecer la municipalidad de dicha ciudad le tenia respeto. José no tenia ni puta idea de quién era.
- ¡Que me estai' mirando, hüéon!.- le gritó una de sus amigas a la cabeza, la cuál solo les devolvía la mirada. Una de ellas, tomó una piedra de considerable tamaño y la arrojó directamente al cráneo - estatua, el cual salió desprendido de su pedestal, terminando en la carretera.
Impactados los jóvenes apreciaron como la cabeza rodaba por el suelo hasta unos metros mas allá. José no sabia si reír o llorar. Se sentía en problemas, quería dejar botadas a sus dos estúpidas amigas e irse corriendo, ojalá desnudo, pero José decidió ir mas allá de la cobardía. Tomó la cabeza con sus manos y la dejó dentro de un carro de supermercado. Sus amigas, que aun reían, observaron el momento del accidente.
Un camión de basura impactaba a José y al carro de supermercado, mientras que la gran cabeza volaba por los aires en dirección hacia sus amigas. Ambas, horrorizadas, vieron como la cabeza que rodaba hacia ellas no era la de la estatua, sino de José, su amigo jote que era conocido en toda la ciudad por ser cabezón. El cuerpo desparramado de José yacía en la acera, mientras que la cabeza - estatua quedó en el mismo lugar en donde debería estar su cráneo original.
José nunca lo supo, pero esta cabeza era de un familiar muy antiguo, tío de su abuelo mas bien, el cual falleció atropellado por una carreta hace mas de 100 años en el combate naval de Iquique. También perdió su gran cabeza.
Un camión de basura impactaba a José y al carro de supermercado, mientras que la gran cabeza volaba por los aires en dirección hacia sus amigas. Ambas, horrorizadas, vieron como la cabeza que rodaba hacia ellas no era la de la estatua, sino de José, su amigo jote que era conocido en toda la ciudad por ser cabezón. El cuerpo desparramado de José yacía en la acera, mientras que la cabeza - estatua quedó en el mismo lugar en donde debería estar su cráneo original.
José nunca lo supo, pero esta cabeza era de un familiar muy antiguo, tío de su abuelo mas bien, el cual falleció atropellado por una carreta hace mas de 100 años en el combate naval de Iquique. También perdió su gran cabeza.