lunes, 7 de septiembre de 2015

@Micro 43, "Muerte Bucal"

Ya había pasado la parte mas tétrica del asunto, por lo que Nicolás se dijo para sus adentros, "¿Qué podría ser peor?". Atravesando una amplia jungla de arbustos y árboles, por un sendero bastante estrecho, se veían las primeras luces dentro de la noche. El frío no era tan potente aquel día, pero sin duda el ambiente era denso. Parecía como si pudieses engullir las nubes de un solo bocado al caminar; estas no eran producto de la condensación, sino del planetario al que se acercaban, donde era el epicentro de la fiesta.
Nicolás notó la presencia de varias personas a quiénes saludó con la mano alzada y su clásica pose extraterrestre-idiota-indio-paralizado, "Hola". Con un frío saludo le devolvieron la mano, exceptuando a una mujer que lo miraba directo a sus ojos. Nicolás, ruborizado, se acercó de inmediato a ella, "Esta es el objetivo jijiji", pensaba mientras la mujer le tendía un vaso casi lleno de nutritivo vino.
- ¿Está bueno esto ah?–la mujer no lo perdía de vista, aún callada y observando a sus pupilas–. Oye...¿Quieres ir a hablar a otro lugar?.
- No gracias, así está bien. ¡Aaaaaaaah!–un grito inesperado terminó su frase y todos a su alrededor se rieron. Extrañado, Nicolás solo pudo seguir riendo de forma colaborativa, pero en realidad no entendía nada.
- ¡El chilenito me quería llevar al oscuro! ¡Aaaaaaaah!–por alguna razón, la mujer terminaba sus frases con este grito de guerra, exagerado e innecesario. Sus amigos la imitaban pero ella no parecía entender que el chiste era para ella.
Su amiga, quién también sobrevivió al principio de la noche, le susurró al oído, "Es amiga de mi hermana. Me dijo que tiene un problema con ese grito... está en terapia". La noche pasó, tratando de entender su problema. Para su mala suerte, ella no se olvidó de él.
- ¡Llévamo al oscurito!
¡Aaaaaaaah!
- ¡Y porqué no te callai' mejor conchadetumadre!
–el grito de Nicolás hizo detener la música, las risas y los besuqueos de los presentes. La mujer estaba roja, apunto de contestarle cuando su boca implosionó, dejando vapor y partículas de sangre seca en el aire. Sus ojos desorbitados la acompañaron en su desmayo directo hacia el piso, mientras todos observaban sorprendidos sin reacción alguna.
Al cabo de unos minutos, la música siguió, el ambiente volvió a su normalidad y las conversaciones siguieron. Nicolás, aún absorto en el cuerpo de la mujer, sintió otro susurro de su amiga a su oído, "Mi amiga dijo que si seguía gritando podía morir bucalmente, eso le había dicho el psicólogo"
En un gesto caballeroso, Nicolás le dió una patada al cuerpo inerte de la mujer, siguiendo el jolgorio.