Eran las diez de la mañana cuando Marcelo se disponía a realizar su trote matutino. El viento de la playa acariciaba su cara mientras él se amarraba las zapatillas. Al ponerse de pie y ajustar sus lentes, vio a lo lejos a una mujer en una blusa azul, con pantalones negros y una botella de cerveza caminando en su dirección. "Qué asco estos borrachos", pensaba Marcelo mientras comenzaba el ejercicio, sin importarle que venía la mujer. Al estar mas cerca de ella, se percató de que la señorita en cuestión era bastante mas bonita de lo que se veía de lejos. Un busto prominente, buena cadera y facciones; "su charla matutina", se dijo para sus adentros Marcelo antes de que la mujer se abalanzara sobre él.
- ¡Hola!– le gritaba la mujer al oído con un hálito impregnado en alcohol– ¿Estai' bien bueno ah?– bebe otro largo sorbo de cerveza– ¿Cómo te llamai'?.
- Hola... me llamo... ¡cuidado con el hoyo!... me llamo Marcelo ¿y tu?.
- Da lo mismo... ¿Querís' tomar?– alzando la botella de cerveza llena de espuma y/o "caldo de muelas", lo que hizo reflexionar a Marcelo.
- Acá tengo tu premio, mijito rico– una patada en los testículos hizo caer de inmediato a Marcelo, quién sintió como le deslizaban una pequeña estampilla bajo su lengua.
Minutos después, Marcelo hacia el amor con una mujer dragón. Sus alas los cubrían de todas las miradas mientras su fuego que emanaba de la nariz acaloraba aún mas la situación. Su cuerpo era apretado y entrar en ella aún mas. Marcelo y la chica dragón hicieron el amor durante 2 horas sin parar. Su cuerpo estaba adormecido luego de terminar, mientras veía como la chica dragón se levantaba y comenzaba a orinar... estando de pie.
No pudo articular ninguna palabra en ese momento, pero sus quejidos de rabia y furia se transformaron en dolor al sentir un punzante ardor en su ano. La dragona se dio vuelta y lo miro a los ojos, con una clara sonrisa en su cara, antes de emprender el vuelo hacia mas allá del sol.
Los titulares del día siguiente repetían lo mismo: "Chico en éxtasis es violado por un travesti".
Minutos después, Marcelo hacia el amor con una mujer dragón. Sus alas los cubrían de todas las miradas mientras su fuego que emanaba de la nariz acaloraba aún mas la situación. Su cuerpo era apretado y entrar en ella aún mas. Marcelo y la chica dragón hicieron el amor durante 2 horas sin parar. Su cuerpo estaba adormecido luego de terminar, mientras veía como la chica dragón se levantaba y comenzaba a orinar... estando de pie.
No pudo articular ninguna palabra en ese momento, pero sus quejidos de rabia y furia se transformaron en dolor al sentir un punzante ardor en su ano. La dragona se dio vuelta y lo miro a los ojos, con una clara sonrisa en su cara, antes de emprender el vuelo hacia mas allá del sol.
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