martes, 7 de junio de 2016

@Micro 90, "Hazaña" *

Tomé el control de gamecube y salí. Debía estar a las 5 de la tarde en el local, listo para jugar unas cuántas batallas solo por diversión. Cuando iba en la micro sentí el celular vibrar: me había llegado un mensaje, "Juntemonos? Estoy en la plaza del centro".
Al bajarme, ella me estaba esperando. No la veía en semanas, pero mis deseos seguían intactos. "Es temprano", pensé, "En una de esas alcanzó a hacer las dos cosas".
Para evitar dar una impresión de ñoño, escondí el control en el bolsillo de las nalgas, donde aún así no pasaba desapercibido; era un control enorme en realidad.
- ¿Cómo estai? –le pregunté sin esperar respuesta. Ya le estaba agarrando los pechos.
- Bien... ¿Podemos hablar antes? –ella siguió hablando, pero no me importó en ese instante. Quería correrle mano.
- (...) Y bueno, no puedo esta semana. Tendremos que esperar –sentenciaba, sacándome la mano de su pantalón justo cuando toqué algo.– Estoy indispuesta.
- Ah... ¿Los días R ripley? –desilusionado deje de tocar, había pasado a llevarle el pañal.
- Sipo', pero... ¿Juntémonos después?
Mas tarde estaba jugando en el local. De un momento a otro mis prioridades habían cambiado. Del sexo pasé a sentarme en un salón lleno de "Niños rata", donde mis manos con piel de mujer me dieron la fuerza para salir con la frente en alto aquella tarde. Perdí, indiscutiblemente.