jueves, 9 de junio de 2016

Micro 93, "La gran Ubre"


- Es que está de cumpleaños una amiga y le gustan las vacas, entonces quería saber si me podías prestar el disfraz.–Diego partió hacia la casa de su amiga con el traje puesto. Sería una larga y tóxica noche.
Después de haber consumido un montón de estupefacientes, la tele de Diego se apagó, enviándolo a la mañana del día siguiente casi por arte de magia.
- Eh... ¿Hola?–saludaba Diego a las únicas tres personas que seguían en la casa. Ninguna era la cumpleañera.
- ¡Buena! ¡La vaca! ¡Sigue viva!–dijeron alzando sus morados vasos. El sol ya salía, así que era un buen momento para emprender vuelo. El camino era largo, la mañana fría y lo único que separaba a Diego de un resfriado era el traje de vaca; debajo no llevaba nada salvo sus pantalones.
- Disculpa vaquita, ¿cuál es tu nombre?–una rubia mujer le había hablado, mientras le apretaba la ubre simulando que le sacaba leche. Entre risas, Diego contestó.
- Y... ¿Porqué quieres saber?

- Necesito tu ayuda, pero es una sorpresa.
¿Vamos a mi casa, vaquita?–sin soltar la ubre de Diego, la chica lo encaminó a su hogar. Una fuerte lluvia comenzó a caer, mientras la chica entró a su casa para proteger el piso. Diego en su afán por quedar como un crack, decidió adelantarse a los hechos. Se sacó la diuca del pantalón y la puso justo en una de las tetillas de la ubre, preciso para darle una bella sorpresa a la chica.
La chica salió por la puerta principal para decirle que ahora si podía entrar. Diego entró triunfante esperando que el traje funcionara de maravilla, hasta que escuchó los gritos. Niños, un montón de niños jugaban con su ubre mientras la chica rubia aplaudía de felicidad.
- ¡Encontre una vaquita, niños! ¡Feliz cumple Maximiliano Javier!
–Diego, aun con los lentes de sol puestos, no pudo mas que mirar al techo y pensar, "¡No, por la mierda! ¡No otra vez! ¡Noooooo!".