- ¡Este es mio!– me dijo la pequeña niña arrebatando de mis manos el producto. Desconozco que extraño ser se apoderó de mi, el cual me hizo resonar tan solo una palabra en mi cabeza: venganza. No solo una venganza en contra de esta niña, sino que de todos aquellos niños que me habían quitado el producto de las manos durante todo este tiempo.
- Pasa pa' acá– le respondí a la niña que no entendió porqué el joven buenmozo que empacaba estrelló su yogurt "chiquitin" contra el suelo. Me reí a carcajadas, por mucho rato. La madre de la hija me insultaba en mi cara, la niña lloraba, la cajera me preguntaba, "¿Por qué hiciste eso?", mis amigos miraban consternados. No lo sé la verdad, "no sé porqué lo hice" pensaba mientras miraba hacia la nada.
- Pasa pa' acá– le respondí a la niña que no entendió porqué el joven buenmozo que empacaba estrelló su yogurt "chiquitin" contra el suelo. Me reí a carcajadas, por mucho rato. La madre de la hija me insultaba en mi cara, la niña lloraba, la cajera me preguntaba, "¿Por qué hiciste eso?", mis amigos miraban consternados. No lo sé la verdad, "no sé porqué lo hice" pensaba mientras miraba hacia la nada.