domingo, 6 de marzo de 2016

@Micro 80, "McGready"

Contemplaba el seco bosque en ese helada atardecer, allí donde la luz artificial no existe y la quebrada se encuentra al lado de la plaza, cobijando un sinnúmero de testimonios de muchas personas que han estado en ese sector. La conversación de unos tipos en la plaza puso en alerta sus oídos.
Danahe miraba hacia la explanada que estaba cruzando el puente de madera, a metros de donde estaban. Un cartel clavado en un árbol le llamó la atención, "PROPIEDAD PRIVADA, NO PASAR".

- ¿Cachai' porqué ahora no te dejan pasar pa' allá?
– Le preguntaba a su amigo Maikel, quién estaba absorto envolviendo algo en una pequeño trozo de una hoja de cuaderno.
- Hace rato que no bajo
– Maikel estaba de espaldas a la quebrada, como si ya la conociese de memoria.– Dicen que vive McGready allá.
- ¿Mac qué?
- McGready po'. Vive cerca de una animita, con los pájaros esos, los queltehües y hüeá– Maikel se dió media vuelta para indicarle la dirección– Es por allá ¿Lo ves? Siempre está ahí el culiao'.
Danahe entrecerró los ojos, mirando hacia un sujeto calvo y con ropa haraposa. El tipo estaba sentado en una mecedora. Su cara no se veía.
- ¡Despaila' viejo culiao'!
– El grito resonó en toda la quebrada junto con su estrepitosa risa.
- ¡Oye, culiá!– Le increpaba su amigo, bajando la voz– No weis' al McGready, si ese viejo es re cuático.
- ¡Vo' haceme las máquinas mejor cul...– La tibia sangre de Danahe se esparció en la cara de Maikel, quién aun no procesaba lo que habia ocurrido al frente de sus ojos. Se abalanzó hacia el suelo con la cabeza bajo las manos. Deslizó su mano bajo el pantalón y presionó "Enviar".

El celular del viejo McGready sonó de inmediato. El mensaje era claro, "Vale man/ esa zorra me lo debía". McGready levantó el pulgar en señal de victoria hacia Maikel, quién se lo devolvió desde la oscura plaza.
Echando una última mirada a la estafadora, observó el cráneo perforado de la mujer. La bala entró directamente por su ojo izquierdo, de donde brotaba un montón de sangre. Maikel cogió el encargo y se retiró silenciosamente. McGready nunca dejó el rock.