Anhelo el tiempo que permite olvidar cómo desperdicié tanto en alguien que se enamora, como quién se cambia calcetines.
Uno más en la vacía fila. Nunca fui nada especial. ¿Porqué ignoro mis corazonadas? Nunca debí cruzar. Nada especial, nada.
Detrás de la sonrisa, siempre yace la enfermedad.