miércoles, 27 de agosto de 2008

La Última República Chapter III

La Estancia de Mal era algo aburrida, sin duda alguna, pero que mas daba, tenia mucho en que concentrarse. Su escritorio, atiborrado de nuevas formas de comenzar la creación de maldad en la tierra le eran aburridas, tal como su estancia. Por aquella simple razon habia ideado un nuevo plan, que ni el mas alto se podria imaginar. El humo de su pipa era una delicia para él, "vaya que si creaban buenos instrumentos los antiguos de este planeta". Sus preocupaciones se iban con el humo, y se expandia por el aire inundando toda la habitacin, justo como lo haria él en un tiempo más. Un golpe en la puerta lo trajo al presente.
- Adelante.- ¿Mi Señor? Disculpe que lo moleste mientras esta traba...
- ¡Oh, avaricia! No, no, no te preocupes, de hecho, has llegado en excelente momento, porfavor, toma asiento.
Avaricia no confiaba en mal, a decir verdad, ella no confiaba en nada, pero aun así, esperaba tranquilamente al ver que Mal sacaba un maletín de su escritorio.
- Verás avaricia, no me importa lo que pienses de mí, para que veas, te pagaré de igual manera.
- ¡Me ofende miseñor! yo jamás dudaría de...
- ¡Cállate perra! Sabes perfectamente de mis habilidades estúpida. Ahora toma el maletín y vete. - Pero mi señór, lujuria estará bien? Usted sabe que es indispensable para...
- Sí si, lo sé, mis poderes me permitiran hacerlo de nuvo sin mayor complicacion, el unico problema aquí es Bien. Ese maldito me va a causar mas problemas de lo que pensaba, pero no te preocupes, los habitantes de este mugriento planeta llegaron.
- ¿Ya llegaron? Pensaba que sería en dos soles más.
- Si pero el mas alto se percató de que algo andaba mal, y al parecer tienen algo planeado con Bien para disminuir mi poder. Pero no te preocupes, si yo ataco primero, ellos no se opondran a mi.- ¿Pero y qué haremos mi señor? Debemos empezar ahora con esto.
- ¡Oh mi querida avaricia! No debes preocuparte, no tendré jurisdiccion en el lugar en donde se encuentran ahora los primeros habitantes ya que el mas alto me quito ese derecho, pero... Soberbia es mi candidato perfecto para hacerlo.
- Mi señor, con el debido respeto, soberbia no es de fiar, además es el primero de todos los pecados y el mas poderoso.- Soberbia haria lo que fuera por el poder, y ese poder lo tiene el arbol de la sabiduria.
- Pero mi señor, !si soberbia es atrapado cerca de ese árbol... sera condenado a ... la rueda.
- Estúpida, soy el Mal, ¿lo recuerdas?

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