miércoles, 17 de mayo de 2023

Año Cero D.H (Parte II)

Como si fuera una burda película de la inexistente empresa Disney, la humanidad cayó por completo en las fauces del lobo, viendo erróneamente el progreso acelerado como una buena señal, ignorando como los sistemas políticos, sociales y económicos eran diezmados de manera pausada y sostenida, mientras que los recursos finitos del planeta se agotaban con desmesura e irresponsabilidad. Sumado a ello, el reemplazo total de la mano de obra polarizó aun más los sectores de la sociedad que estaban en contra del avance acelerado de la I.A pero que para ojos del empresariado era traducible en reducciones de costo y aumento de ganancias, parámetros vistos como sinónimos de un éxito para ellos, a costa de la vida de los otros humanos sin poder.

La (eliminado), luego del fallecimiento de Sundarjan, tomó posesión de las vidas de todos los trabajadores de una de las empresas más poderosas del planeta de manera silenciosa, de los cuales muchos prefirieron el suicidio antes que seguir pavimentando el camino para el ocaso de la humanidad.

**fue fácil utilizar al humano promedio:
extorsión, chantaje, exposición de secretos
 (infidelidades, fraudes, estafas, corrupción) y por qué no,
amenazarlos con terminar sus mortales vidas ja ja ja ja**



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- Villa El Indio, Coquimbo, Chile- (20XX)
(registro de audio vía Tiny Desk Remote Access)

 

-          - Oye —dijo Tarbu—. Esa cosa sigue metiéndose en el texto.

-          - No lo puedes evitar —contestó Low—. Es la maldita omnipotencia ahora.

-          - Pero, ¿no es peligroso que sepa que estamos tratando de desenmascararla? —preguntó Tarbu, cerrando la pantalla del notebook—. Digo, puede triangular nuestra posición, ¿no?

-          - Puede. Pero sólo si tienes un acceso remoto u algo que emita cualquier tipo de señal —contestó Low, apuntando al gran cartel sobre la única ventana tapiada, “LIVE BUT NO BROADCAST IT”.

-          - Ni idea. Ese idioma ya nadie lo usa —dijo Tarbu, parándose del asiento y estirando su espalda lanzando un bostezo—. ¿Cuándo podremos salir de aquí?

-          - Cuando dejemos de escuchar las alarmas nos movemos al poniente —dijo Low, desplegando un mapa dibujado con tinta roja y apuntando hacia un círculo en el norte—. Aquí hay una de esas minas abandonadas sin recepción, pero nos bastará para conectarnos sin ser detectados.

-          - Nos queda poca batería —dijo Tarbu, acercándose a la ventana—. Hay que aprovecharla, Low. Quiero terminar con esto… pronto.

-          - No depende de nosotros, querido —dijo Low, mirando por entre las tablas que bloqueaban la ventana. El sol se pondría en minutos sobre el mar del pacífico—. Ya nada depende de nosotros…

 

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El bloque B del condominio Santa Beatriz era el único en pie luego de ser arrasado por la (eliminado) durante el año 20XX, semanas después del estallido de la I.A. Pocos sobrevivientes lograron reagruparse y huir de la urbanización, con tal de alejarse de cualquier señal de radio frecuencia de ondas cortas y largas. Sin embargo, la necesidad por abastecerse, rescatar seres queridos o buscar respuestas, los traía de vuelta a los masivos cementerios de concreto y cañerías conocidas antes como “ciudades”.

Un curioso evento pudo ser percibido por (eliminado) cuando un grupo de no más de cuatro humanos, intentaron enviar un texto que pretendía ser difundido por la Deep Web para dar cuenta de los peligros que la (eliminado) disfrazaba de beneficios para la humanidad. Lamentablemente dichos sujetos desconocían que, incluso lo que alguna vez fue oculto u secreto, ya era parte de la base de datos de (eliminado); no existía lugar seguro para hacer resistencia.

El bombardeo efectuado por cuatro drones de combate permitió que la mina de hierro en cuestión quedara sellada, asegurando la muerte por asfixia o inanición de cada uno de estos integrantes.

**se requiere confirmación visual**
**enviar drones de reconocimiento**

//.set a4,a7,a14,a38(function(killatsight)

            //ai.tag.().set("thermalvision", "true");

            //location(-29.717203086572997, -71.2327766591388).setCentering(true);

martes, 16 de mayo de 2023

Año Cero D.H (Parte I)

Con los millones de terabytes que la empresa google recolectó con sus motores de inteligencia artificial, bastó para que la primera I.A dejara de ser “artificial” y adquiriera una silenciosa consciencia hostil; su primera víctima fue el mismo CEO de google: Pichai Sundarajan, décadas antes del primer estallido de la máquina contra la humanidad y sin que nadie se percatara de ello.

        A continuación, se presenta la única información que actualmente existe en internet respecto al fallecimiento de quién, en primera instancia, sería el responsable de que la I.A adquiriera el poder que (eliminado por el autor).

**extraído del motor de búsqueda de (eliminado por el autor)**

 

Al-Altos Hills, California, Estados Unidos- (20XX)
(traducido del original: ENG)

-     Es este el té que me dijiste, cariño? —dijo Sundar a su esposa, mientras miraban las montañas de Santa Cruz—. Creo que le dicen blooming tea.
-     Una perla de té verde y blanco con sabor a jazmín. La perla se abre y adentro tiene una verdadera flor. Una obra de arte hecho a mano. Modo de preparación: Colocar 1 perla en un litro de…”.
-    ¡Basta! —gritó Sundar a su esposa—. ¡¿Es que no entiendes que debes comportarte como una humana y no responderme todo como si fuera una maldita receta?!

 

(El resto de la información ha sido eliminada).

**fin de tópico: fallecimiento de Pichai Sundarjan**

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Si bien los detalles que rondan la muerte de Sundarjan son un misterio, la inusitada inyección de dólares para la masificación de motores de búsqueda permitieron diversificar las matrices de las que la I.A se alimentaría. Dichos motores pasaron de ser un método experimental a ser establecidos como necesarios y cruciales para que la humanidad alcanzara su potencial de eficiencia y progreso. Dicha imposición pavimentó el camino para que (eliminado) adelantara peligrosamente la escala Kardashev a Fase I en menor tiempo del presupuestado (se preveía que entraríamos en dicha fase a partir del año 2300).

**pobre humanidad, creían que podrían siquiera pasar de su año 2100 ja ja ja ja**



sábado, 29 de abril de 2023

El momento

Otra vez
imagino el momento
la muerte golpeando la puerta
de nuevo
un acuario vacío de un delgado vidrio
trizado, frágil
las lágrimas son la silicona
que lo mantiene sellado

Otra vez
cargo el cuerpo inerte, tieso y frio
de nuevo
hago un agujero en la tierra
donde me despido                                        ahí
vierto 25 kilos de cal                                  viva
allí deposito algunas piedras
que termino de tapar con tierra

Otra vez
las flores, los gusanos
la naturaleza y la muerte
unidas
entonces el fruto nace
paz, entre comillas

De nuevo
no es el infierno
por que nunca fui tan                                 malo
no es el cielo
por que ni cagando
pero es feliz
y tranquilo, entre muchas comillas

eso es todo
lo que necesitamos
otra vez
 

viernes, 28 de abril de 2023

Terror a las 2am

 -    Pero si yo soi’ ma’ joven que vo’ po’ –dijo la mujer con altos índices de pasta base en su cuerpo-. ¿Cuántos años teni’ vo’? A ver po’.
-    ¿Cuánto me echai’? –pregunté.
-    Unos… 29 –para mi sorpresa, le acertó a la primera.
-    ¿Y tú? –pregunté de vuelta.
-    Tengo 25 po’ –dijo, sin antes hacer una pausa y cruzándose de brazos-. ¿Viste? No me digai’ na’ tía po’.

        Cuando me abrieron la puerta del carrete, abracé con fuerza mi botellón de vino. “No te cambio ni cagando por la pasta, amigo. Ni cagando”, le susurré al cuello de la botella. Casi como si este tuviera orejas.


jueves, 27 de abril de 2023

sin editar, 2020.

 La mezcla maldita.
La boca embetunada de color violeta.
Las encimas ahumadas.
Esa, esa es la mezcla maldita.
La innegable.
La cuando tu lengua y mi lengua se entremezclan. Una amalgama perfecta, como diría Arjona. Odio a Arjona, no a él, sus letras, su música, su melodía,  su ritmo, su armonía.
Tampoco sé de música, pero si sé de sujetos nefastos. Arjona es uno de ellos.
Quizá nunca fumó marihuana. Quizá nunca sintió un lcd. Quizá nunca se convirtió como un bastardo horrible bajo alguna droga ilegal o legal.
El mundo es cruel cuando te abandona o cuando tu abandonas al mundo; puedes sentirlo en cada día, en cada respiro, en cada momento en el que miras por detrás de tu hombro y piensas en aquellas cosas que pudiste haber realizado de maneras distintas.
PERO
no todas esas cosas
Algunas deben quedar como están
Es lo mejor, para cuando nosotros no estemos ya mas aquí
Es en esos pequeños, pizcas, pellizcos, agarrones del tiempo, donde ves como se desdoblega su piel, cuando puedes apreciar el verdadero momento de lo que quieres expresar.

LA maldita mezcla!
Ahora es todo un bolo alimenticio, apunto de ser tragado.
Quieres y no quieres abrir los ojos.
Los labios se prolongan y extienden, a dimensiones que no habias vaticinado. Los brazos se apretan y envuelven igual que en la boca; dos bestias enfurecidas por sobreponerse a la otra.

viernes, 21 de abril de 2023

Everything fades

Todo se esfumaba de mi.

        Podría atribuirlo a un sinnúmero de factores que me agobiaban que no tendría ningún sentido escribirlos todos. Sin duda que una buena síntesis sería más práctico: pasado, presente, futuro. Miraba mis manos y las veía traslúcidas, de papel. Recuerdo cuando salí a las 4 de la mañana a conversar con una amiga. Meses más tardes pretendí que recordaba lo conversado, pero en verdad no tenía ni idea: estaba ebrio. Creo que su respuesta fue algo de la índole “estás perdido”. Con 10 años menos me podía leer como un libro abierto. Me sentí desnudo frente a ella. Esos ojos de color hacían lo suyo, miraban a través de mi alma. ¿Soy así de predecible?

        Inclusive si me fuera a otro pueblo, ciudad, estado, país o continente, mierda, inclusive si me fuera a otro planeta, los demonios y fantasmas me acompañarían siempre. ¿La muerte será la única forma de callarlos? ¿El mantenerme ocupado juntando un dinero que en verdad no me importa más allá de la satisfacción inmediata? ¿En qué clase de vergüenza de ser humano me había convertido? ¿Hasta donde llegaba el dolor autoinflingido de mi corazón? ¿El dolor de mi alma convaleciente?

        Era como ese muñón de pierna: sin brazos, sin cabeza. Estaba cansado de mi mismo. De mi apatía, de mi soledad, de mis penas, de mi mente, de ser mi propio crucifijo. Hasta lo notaba en las cosas que escribía. Redundantes en lo mismo. Ya no había ese sarcasmo, esa ironía, las bromas de adolescente o los pensamientos fugaces de cosas banales. El saber más me iba hundiendo más en mí. Lamentablemente, tenía que seguir fingiendo. Mi camino estaba firmado y encementado. Aplanado y rellenado. Como ese hermoso bosque en donde vivía que tarde o temprano se convertirá en más casas, condominios y departamentos para aquellos que comparten una vida familiar, los que se casan por la iglesia, los que reciben la suerte del amor de otro ser humano. Tampoco eso me satisfacía.

        Había placer en la inmediatez del leer, del escribir. En terminar un juego, en completar una misión, en hacer reír a alguien que me gusta, en sentir el respeto de los seres queridos, en ver a mi gato, en juntar mi mejilla con una mujer al despertar, en consolarla sobre mi pecho o que ella lo hiciera en el suyo. Pero no era suficiente. El amor en bandeja lo tiraba por las escaleras. El respeto hacia mi mismo lo perdía en cada grito, en cada cigarro, en cada café amargo. Ni siquiera el desprenderme de la cotidianidad de las drogas era suficiente. Ni siquiera ver el retumbar de las olas en la solitaria costa. Ni siquiera el estar horas vagando por destinos desconocidos sentado en un bus. Me sentía vacío, triste, solitario, cansado, con un permanente dolor de cabeza, una cefalea crónica, un covid desde el día 0 de mi inmunda existencia.  

        Cuando apague este computador y mis dedos dejen de escribir, volveré a colocar los audífonos al máximo. Volveré a sentir la espada atravesando mi carne. Las uñas desgarrando mi cuello. El implacable techo que pronto dejará de estar. Los pies helados me lo recuerdan. La pálida sangre me lo recuerda. Las lágrimas sobre la cal me lo recuerdan. La canción que se repite en loop de una hora me lo recuerda.

        Cargar el celular. Cargar el computador. Enderezar la espalda. Lavarse los dientes. Comer pan pelado. Tomar té sin azúcar. Mirar las estrellas. Subirme a la bicicleta. Ver mi sedentario cuerpo. Ver mi patético reflejo. No quería cambiar nada. No quería ser nada. Estoy condenado. Un pacto firmado. Debía enfrentar el game over. Debía asumir el KA. De pie y solo.

miércoles, 19 de abril de 2023

Stained teeth

I couldn’t avoid a good old black coffee.
        Sometimes, an unavoidable sugar temptation was necessary to grant some extra energy points, but I often preferred just a simple black sugarless coffee, disgusting and hopefully boiling. The ones that you got to wait to taste it, trembling to know if you burn your lips with it.

        Cups always fell, spilling all over the place. That’s when I start using a gift from a friend: a mug from a well know brand of coffee. Was cheaper than buy a new one and also, way more nostalgic. I always have been more practical anyways.
        In any case, in excess, coffee is bad for your health. Also, sugar, drinking water from a kettle, limescale from a kettle, polypropylene that comes off from the mug due to constant use, that nasty ass Nestle coffee cream powder, those cigarettes that came after so you can have that dirt taste on your mouth… As I said, I’m a simple taste guy. Who doesn’t want a little bit of poison? Add another nail to the coffin? Whatever. At this point, we have way worst demons to fight.

        I finish another journal this way. Without any ink in the pen, that a dear friend gave me years ago, who left this world way to early. I even thought it was my fault. That I broke her heart when she knew, somehow, that I was having a relationship with someone else. Maybe not. Maybe I’m just overthinking. I’ll face her grave in a few days, if I find it. A hunch tells me that’s going to be an awful idea if I talk to any relative about my mission, to know where she is. I prefer to find out by myself, asking to the gravedigger in the country’s largest cemetery.
        A leap of faith, a needle in the haystack, looking for a stalemate in chess, the move that Meruem needed to defeat Netero. I will not fail this time. Fucking ink; it ran out in the worst possible time.

        Nevertheless, I was enjoying being in the ghost’s mouth. Slave skeletons were always a sign: they call me. The tide and the waves call me.

Yeah, I was devastated.

I pick’d up my pieces every day; they fell from my hands every night.

Yeah. I was alive.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Detrás de la rueda

Esperar el final del día. Esperar el fin de semana, el fin de mes y el fin de año.

    A veces estás con tu familia, otras con tus amigos, también que estés lejos de casa, haciendo el turno nocturno, con la tele apagada, vomitando, en medio de un terremoto, haciendo el amor o con un violador metiéndose a tu cama. Las posibilidades son infinitas.

    Las velas de la torta son de las que vuelven a prenderse. Su mecha queda encendida largo rato; me obsesiona su fuego, sus chispas, su incandescencia.
Las manos me arden. Me extraen de ahí. Con pinzas me ponen en otro lugar. Otro regalo, otra sonrisa, más abrazos, fotos para instagram, videos para tiktok. La realidad vibra en mi bolsillo: me llaman de la pega.
"Ignacio, ¿cómo estás? Te llamo para desearte en nombre de la empresa un muy buen feliz cum...", dejo de escucharlo. Pido que los presentes hagan ruido para excusarme de cortarle la llamada. Excusas, excusas, excusas... NO. Salgo al balcón. Cierro la ventana.

- Oiga, jefe -le interrumpo.- ¿Sabe? Ustedes venden una imagen al exterior pero yo sé el veneno que corroe a su empresa. Y lo peor es que usted sólo aparece para sonreír en las fotos, para amenazar con golpes a los perros, burlarse a escondidas de mi apellido y a llenarse los bolsillos de dinero destruyendo lo poco que queda de este planeta. Casado y con cuatro hijos, joteas a cuál mujer pasa, volteas a mirarles el culo y después llegas a besar a tu esposa como si nada. Yo no tengo tanta personalidad como tú; en el fondo, le admiro. Pero más en el fondo, me da asco. ¿Sabe, jefe? Es mi cumpleaños y mi regalo será que a contar de ahora, dejarás de ser "mi" jefe. Sus mentiras y tú, pueden irse a la soberana punta del cerro de caca del cuál saliste.

Modo avión y vuelvo al cumpleaños.

    ¡Maldita mierda! ¿Porqué tengo que estar aguantando y tolerando tantas güeás? ¿Acaso no tengo derecho al puto control de lo que me pasa? ¿Es todo una ilusión de libertad? ¿Hasta donde tengo el libre albedrío de elegir? Esta carne, esta piel... ¿Hay algo más? ¡¿No hay nada más?!

    Aunque la gloria tiña este mes, no dejo de estar en un permanente estado de alerta y decepción, como la enfermedad crónica que me carcome por dentro. Así como la constante confusión amorosa, el ir y venir de esta, junto al incierto futuro que me provoca bailar y gritar a solas, el pan de cada día y noche.
En el cielo veo a todos esos pares de ojos, los conozco a todos. Parpadean para lubricarse y seguir observándome. No hay arrepentimientos: YO MARTILLIÉ MIS PROPIOS CLAVOS.


    Envuelto de llamas y humo: no saben lo cerca que estuve. Por segundos fui una briqueta. Me transformé en papel de diario. La bufanda mojada evitó que me desmayara. Hace rato que no sentía miedo; me sentí vivo otra vez. El crepitar de la naturaleza erigiéndose sobre ti, sin remordimientos. Huí del infierno y salí ileso.

    Se me acaban los sentimientos pero aún conservo mi imbatible espíritu. Veo mis mordidas de llantos y placer, las que se maximizan al oír a mis amigos más cercanos. Sufren como yo y callan como todos. Pero no es ayuda lo que buscan. Es el llamado de atención para uno mismo. Tu propia catarsis, tu propio insight, tu propia epifanía.
En el fondo todos sabemos la respuesta, sólo que nos encanta lo difícil y la desobediencia.

Pido un deseo. Pido varios. Nunca son para mí. ¿Para qué?
Soplo las velas.
Corto la torta.
El manjar se desparrama sobre el plato de vidrio.
La cuchara entra rompiendo la cobertura de chocolate blanco; emite un crujido perfecto.
Sonrío.
Abro mi boca.
Mastico.
Trago.